Teaching a new Asgardian — Chelsea & Esdeath

Hacía tiempo que la general Esdeath le servía a Asgard, el internado donde solo los fuertes pertenecían, dónde los débiles eran aplastados y la piedad era inexistente. No reconocía a todos, pero le bastaba con matar indiscriminadamente y torturar a aquellos que perecian ante sus tacones afilados, ante su gran poder. El día de hoy tenía una cita especial, sabía que una de los miembros de night raid se había vuelto corrupta. Era entendible. Desde su punto de vista, pudo haber sido la mejor desición de su vida, puesto que en Night Raid, o Legacy (actualmente los enemigos) tendría una muerte segura, y probablemente cercana. ¿Una corta vida llena de buenas acciones? No era más que un montón de palabras para quedar bien, pura deshonestidad. Detestaba los alardes sin sentido.

No solía ser amable, ni empática. Conocía de manera muy lejana aquellas "virtudes" pero está vez era especial; se sentía completamente victoriosa de recibir a una miembro de el bando asesino de la capital. Era una clara señal de que estaban ganando. En fin. No sabía con detalle sobre la chica. Es más, la única información que tenía era de su "traslado". Podría ser un engaño, una trampa pero eso tan solo lo hacía más interesante. Tener una batalla inesperada siempre era una grata sorpresa. En el fondo de su conciencia, esperaba que fuese una trampa para enfrentarse a ella, sería divertido. De todas maneras, ambas opciones eran afables.

El lugar de la cita lo había escogido la reina de hielo. Una mansión abandonada, ¿Que lugar más apto para una bienvenida? Estaba todo en silencio, podría llegar a ser sombrío pero había mucha tranquilidad. Una vez que llegó ahí, se propuso esperar de pie, con los brazos cruzados, justo en lo que sería la entrada a las ruinas. En lo único que pensaba en ese preciso momento era en qué su invitada llegase pronto, odiaba esperar. Mucho más cuando se trataba de una situación tan emocionante.