La luz de la verdad. | Cherie & Legnam

Se preguntaba cómo había llegado a esa situación. En retrospectiva, todo inició un jueves por la tarde, cuando explorando por los alrededores de la Academia terminó por encontrarse con una pequeña lagartija de nombre Yun. Bastante peculiar, no solo por su tono rosado de piel, si no porque en realidad, Yun era un reptil bastante inteligente…

Con la capacidad de hablar. Y aunque en un principio le tomó por sorpresa, llegó a acostumbrarse a esa vocecita chillona e incesante hablándole por encima del hombro.

Yun se había convertido en parte de su rutina, en su amigo que le acompañaba fielmente a todas sus sesiones de estudio por las tardes, antes de que la noche llegará y entonces deba ir con Moxxie.

Al menos hasta ese día.

— … ¿Estás seguro de que es aquí? — Cherie se veía dudosa. Ahora que lo piensa mejor, ¿Que tan confiable podría ser un reptil parlante?

— ¡Si! Aquí es. — La pequeña lagartija señaló con sus patitas justo al enorme y rocoso acantilado que se encontraba frente a ellos. Se supone que debería de existir un puente que conecte ambos extremos, pero no hay más que unos troncos clavados en el suelo. — Le pregunté a los topos que nos encontramos hace un rato. Las ruinas están justo en esa dirección.

— No le creas a los topos, son unos chismosos. — Pero ya estaban ahí. Prácticamente falto a clases por ello, desperdiciar un día le sentaba mal y además, faltaban unas cuantas horas para que anocheciera.

No había marcha atrás.

— Sujetate bien, Yun. — La pequeña lagartija terminó por meterse a la pequeña bolsa que traía.

Cher fue especialmente precavida para esa ´´excursión´´, llevando consigo una botella de agua, una linterna, ropa para la ocasión y una soga. La misma que utilizó para intentar cruzar, lanzándola al tronco que estaba al otro lado del acantilado. El amarre parecía ser estable, y firme. Así que después de tomar un profundo respiro….

Se lanzó. Logrando aterrizar apenas en la punta del risco tras dar una maroma.

— ¡Toma eso, Indiana Jones! — Cherie victoreo, con una sonrisa orgullosa en labios. — Ya puedes salir, Yun. Acabo de hacer la acrobacia del año y te la perdiste.

— Nunca dude de que podrías hacerlo. — ¡Esa pequeña lagartija mentirosa! Cherie acrecentó su sonrisa en cuanto divisó la cabeza del reptil salir. — ¡Aún nos queda mucho por recorrer, Cherry! Apresúrate.

— Ve a tantear el terreno, aún tengo que quitar la soga. — Yun asintió, saliendo por completo de la bolsa y caminando unos metros por delante. Cherie soltó una risita al verlo olfatear una flor creciendo del suelo. Que adorable. — Esta noche le contaré a Mox lo increíble que fui, y que Indiana Jones me la pela.

Y evidentemente, fue demasiado pronto para celebrar. Cher apenas pudo reaccionar cuando el piso a su pies se resquebrajó, hubo otro crack, la punta del risco se rompió y sin que Yun pudiera hacer algo para evitarlo, Cherie cayo.

— ¡Cherry! — Yun corrió lo más rápido que pudo a donde, hasta hace unos momentos, la pelirroja se encontraba. Cuando asomó su cabecita al acantilado, pudo verla, aferrándose fuertemente de una rama para evitar caer al vacío que parecía no tener fin. — ¿Estás bien? ¡Resiste! ¡Traeré ayuda!

Pero, ¿A quién? estaban lejos de Legacy, en alguna cueva en las afueras de la isla. Por más que gritara por ayuda, nadie vendría.

O tal vez si. Tenía suerte que se encontraran en ese sitio, donde los rayos de sol no pasaban pero, aun así, ¿Se arriesgaría a venir?

Nada perdía con intentarlo.

— ¡MOXXIE! — Gritó con todas sus fuerzas, sintiendo como la rama se rompía cada vez más debido al peso. — MGH, ¡Ayu-!

Y entonces, la rama se rompió.