De cuando el mundo es nuevo, extraño y maravilloso

“Es bastante tierno” Pensó la pelirrosa mientras se colocaba al lado izquierdo del castaño, la poca luz que iluminaba el lugar daba la sensación de ser un paseo romántico, especialmente por estar en el parque de cerezos, lugar favorito de los enamorados.

─Me gusta mucho venir a este parque, es muy lindo ¿no lo crees?  

Intentaba iniciar una conversación para aliviar un poco la tensión, o al menos eso percibía mediante el comportamiento del castaño.

─Suelo venir aquí todos los días, gracias a este lugar pude conocer a muchas personas maravillosas.

De tan solo recordar a las amistades que se formaron tras visitar el parque provoco que una sonrisa se dibujara en su rostro, una hermosa y llena de afecto.
Era de esperar que aquel parque era un lugar importante para ella, no en vano suele visitarlo casi todos los días.

─Y… a pesar de que algunos casi no los veo, siempre regreso aquí con la esperanza de volverlos a ver…

De un momento a otro, parecía ciertamente triste ante ese hecho, no todos los estudiantes que conocen viven en los departamentos de la academia, algunos incluso tienen sus propios departamentos como ella y otros que viven con su familia.
Al recordar ese hecho, le dio curiosidad si el ángel estaba aquí solo o venía acompañado de alguien, por lo que no dudo en preguntárselo directamente.

─Dime… ¿Tienes amistades en la academia? ¿o alguna perdona de la isla? Según recuerdo, mencionaste que estabas aquí más o menos 2 meses, ¿no? Debo admitir que yo he vivido en esta isla por 5 años, pero apenas pude conocer personas cuando entré a la academia, yo solamente conocía a mi familia y nadie más…

Al percatarse que estaba contando algo personal, rápidamente se pone nerviosa.

─Ah, que estoy diciendo, perdona, me desvió del tema… veras… me preocupo por los estudiantes de la academia… tanto que decidí ayudar como maestra sustituta dado que algunos profesores están ausentes, así que… si necesitas algo, puedes contar conmigo.

Coloca su mano gentilmente sobre el hombro ajeno, con tal de demostrarle confianza y protección, mientras caminaba a su lado, entre las sombras una figura los observaba.

- Tienes razón, es un hermoso lugar -

Dijo el ángel con una sonrisa pintada en el rostro, mientras caminaba a la luz de la tímida y pura reina de la noche, quien iluminaba con la poca luz que le prestaba el astro rey, y al lado de la joven dragona con quien mantenía conversación en ese momento.

La escuchaba él con atención mientras ella recordaba sobre sus vivencias en el bello lugar donde ahora estaban ellos dos, y reía de forma suave al escucharla preguntar y luego reprenderse a sí misma tras ponerse a hablar de sus propias experiencias, y también se ruborizaba levemente mientras ella posaba su mano en el hombro de él

- No no, está bien. No te preocupes. Déjame contarte que realmente no he conocido mucha gente desde mi llegada a Legacy. Tampoco es que sea muy sociable o que pueda salir de paseo sin perderme -

El ángel ríe un poco apenado mientras pasa su mano por sus cabellos hasta llegar a su nuca y prosigue con el breve monólogo a su contraria.

- La única persona que podría llamar una amiga cercana es Alguien que conocí desde el primer día que llegué. Se trata de una demonio curiosamente muy amable. Ella me dió un recorrido por toooda la escuela y me invitó a unirme. Es algo tsundere, pero bastante agradable -

Judai hablaba de la demonio como un niño de diez años hablaría de su padre. Como una figura de autoridad, como un ejemplo a seguir, como una heroína y como una amiga.

No tengo forma de explicar lo extraño que debe resultar para cualquiera a un ángel expresándose de esa forma de un demonio, pero a Judai no le importaba. Él siempre ha sido alguien que sabe reconocer las virtudes de las personas y que jamás mira a nadie con prejuicios.

─Debe ser una persona maravillosa, y descuida, comprendo completamente, la primera vez que entre a la academia, tenía tanto miedo que solía apartarme de la gente, no hablaba mucho en clase y cuando debía regresar a casa, solía perderme, de hecho hasta ahora sigo perdiéndome a pesar de vivir aquí como 5-6 años, que pena…

Se avergonzó de ese hecho, pero siempre se perdía o llegaba tarde a todo, sin importar la costumbre y el tiempo que viva en la isla.

─Eso sí, en la academia una maestra demonio de cabello rojizo siempre me ayudaba a ser un poco más abierta, se preocupaba por mi e intentaba acercarse a mí, de hecho una vez me acompaño a un viaje de acampada junto con otros estudiantes que estaban interesados en explorar el bosque de pino, fue bastante entretenido de ver la poca experiencia que tenían algunos respecto a cómo acampar, yo por suerte sabia sobre vivir en el bosque por que antes de mudarme a la academia, vivía en una cabaña en el bosque.

Sin siquiera pensarlo, aquella parlanchina dragona empezaba a contar uno de los acontecimientos más importantes de su vida y tardo un poco en percatarse que hablaba sobre ello.

─Oh, perdona nuevamente, suelo ser bastante parlanchina, me lo han dicho muchas veces, así que usualmente suelo irme por las ramas cuando entro en confianza…. Que extraño… antes me costaba siquiera mirarle a la gente desconocida y ahora puedo charlar sin preocupación alguna… eso o eres bastante confiable jeje

Sonreía mientras rascaba levemente su mejilla, era una sensación extraña, pero quizás finalmente allá recuperado la confianza hacia otros seres y ya no temía ser lastimada de nuevo.
Pero por alguna razón, paso por su mente algunas memorias de su pasado en aquella isla donde alguna vez fue su hogar, aquel lugar que había sido devastado por la guerra y un incidente que ella misma causo.
De un momento a otro, la sonrisa que antes resplandecía en su rostro se esfumo, su mirada se apagó como si algo dentro de ella se destrozara levemente, desvió la mirada al suelo con tal de evitar que él la mirara y viera aquellas memorias que por tanto tiempo la torturaban.
Las luces parpadeaban y la oscuridad poco a poco se apoderaba del ambiente tranquilo del parque, dando una extraña sensación de frio y tención.

Día a noche, luz a oscuridad. Paz a guerra ¡calma a tempestad ¡Júbilo a llanto! ¡alabanza a clamor desesperado! ¡Calidez abrazadora a un frío de ultratumba! ¡Alegría del alma en-

« ¿¡Quieres callarte ya!? Este no es momento para eso, ¿Sabes? »

Uy qué carácter... Es que la situación actual me pareció perfecta para el monólogo, sólo escucha.

Hace tan sólo unos instantes, fracciones de momento tan siquiera, el joven ángel y la chica dragón mantenían una conversación de lo más amena, tranquila, agradable.

Y luego, súbitamente, la plática se vio interrumpida por el silencio de aquella que parecía haberse deprimido de la nada, y como si el bosque entero la acompañase en su aflicción, el viento enfrió su estado de ánimo y la luz se sentía tan acongojada que no lograba mantenerse en pie. El ángel la miraba y no sabía qué hacer.

«Quizá preguntarle si está bien... No, eso sería poco más que absurdo. Quizá darle un pan, eso me alegraría a mí... Vale vale, esa idea es peor que la anterior... ¿Qué hago qué hago...? »

Se cuestionaba él en su mente sin cesar mientras miraba a la pelirrosa apagarse. No tuvo mucho tiempo para pensar, fracciones de segundo si somos sinceros, pero en cuanto la idea cruzó la mente del ángel, este realizó la acción sin dudarlo.

Así pues, desde el día en que llegó a la academia Legacy, Judai hizo gala de su increíblemente poderosa habilidad de cambio de forma para envolverse en un destello de luz, a lo evolución pokémon, y transformarse en

- Miau ~ -

¿Un gato? ¿¡Es en serio!? Habiendo tantas posibilidades más allá de la comprensión humana en las que el chico pudo tomar forma ¡El chico eligió un gato común y corriente! Un hermoso gato esponjoso de pelaje naranja, lo admito. Realmente daba ternura sólo verlo, pero... ¿¡En serio!? ¿¡Un gato!?

En fin... La adorable bola de pelos no hizo gran cosa. Solamente se hechó a los pies de la joven y, apegandose bien a ella, comenzó a ronronear suavemente y a frotar suavemente su mejilla contra la pierna de ella, tratando de transmitir algún sentimiento positivo a su compañera.

« Tranquila, todo va a estar bien... »

Escuchar el dulce maullido de un pequeño felino llamo su atención, no esperaba ver aquel peludo amiguito frotándose en sus piernas, lo más curioso es que de un momento a otro se había encontrado sola con el felino, aquella chica se puso de cuclillas para ver al gatito.

─No te había visto por aquí, pequeño ¿te has perdido?

Intentaba sonreírle mientras acariciaba el suave pelaje del minino, sin embargo, tras sus espaldas se podía apreciar una figura extraña, un ser… ¿humanoide? No se podía definir bien su forma, más se podía apreciar un par de ojos rojos que brillaban con intensidad.
Aquella pelirrosa sintió la extraña y misteriosa presencia, quedando un tanto inmóvil ¿Qué debía hacer? Había un inocente animalito con ella, si salía corriendo, el gatito seria presa fácil para el ente sombrío, así que rápidamente lo toma en brazos para luego girar en dirección al ser oscuro para soltar un ataque luminoso, causando que aquel ser retrocediera.

─¡¡Aléjate de mí!!

Dijo amenazante mientras creaba un báculo con su magia de luz, el ser oscuro al ver la luz, empezaba a actuar de manera inestable, llegando a ser aún más peligroso, solo esperaba que ninguna persona inocente estuviera cerca.

“Me pregunto dónde estará Judai… espero este a salvo” Pensó para sí misma mientras sostenía al gato con tal de evitar que saliera herido.

La luz del báculo empezó a rodear a la sacerdotisa, cambiando algunos aspectos físicos de la misma, le salían unos cuernos en su cabeza, le brotaron un par de alas y las escamas de su cuerpo eran más notorias.
La pelirrosa mostraba cierta valentía y coraje, una faceta muy distinta a la que suele tener a diario, era evidente que sentía miedo, puesto que esos seres eran demasiado impredecibles, pero al tener la idea de que alguien saldría herido la hacían actuar.

De pronto, aquel ser sombrío dio su primer ataque, dando un zarpazo hacia la chica, la dragona se protege del golpe utilizando sus alas como escudo.
Colt, quien es el guardián de la sacerdotisa, rápidamente toma forma de un Amarok: un lobo gigante de pelaje oscuro, para brindarle apoyo a su ama en aquel enfrentamiento.

─ ¿Es en serio? Es el tercero esta semana, cada vez aparecen más de estas cosas, acabemos esto de una vez Ayana.

─E-Eso hare, no te preocupes.

Agitó su báculo para crear un circulo luminoso en el campo de batalla, así evitaría que su enemigo huyera de la pelea y así lograr capturarlo.

El adorable y esponjoso minino-

« ¿E-es en serio? »

Jejeje. Quiero decir, Judai miraba el mundo a su alrededor y no sabía ni siquiera cómo debería de sentirse en ese momento. La chica lo había tomado en brazos y, si somos honestos, eso no le disgustaba en lo absoluto al angelito

« ¿Acaso disfrutas avergonzándome frente a todos?  »

Shh, tú eres el personaje y yo el escritor, déjame escribir la historia en paz.

¿En qué estaba? Ah, sí. Lo que no le gustaba en lo absoluto a Judai era lo que acababa de ver frente a él en cuanto Ayana se dió media vuelta, y a él con ella en el proceso. Se trataba de un ente oscuro, proveniente posiblemente de las peores pesadillas de cualquiera que se encuentre leyendo estas líneas. Tan, pero tan aterrador, que el escritor murió tratando de describirlo y tuvo que ser sustituido por un pingüino guionista a partir de este punto.

Lo más resaltante de la infame criatura eran esos profundos ojos color de sangre, que parecían brotar del espeluznante ser de las tinieblas. Tanto era así, que la aterrada pelirrosa le atacó con un conjuro de luz, esperanzada en poder proteger al felino que cargaba consigo.

El grotesco monstruo retrocedió. La luz lo llevaba al reino de la locura y la desesperación. Se comportaba de forma extraña. La joven sacerdotisa entonces se vistió de luz un momento antes de revelar una forma de ella nunca antes vista... Por nuestro ángel al menos.

Era sino un híbrido de dragón de quien se trataba en ese momento, quien combatía contra la abismal criatura sin soltar de su mente el ideal de proteger al felino.

La situación no podría haber sido más inusual para nuestro gatuno siervo de Dios, de no ser por las primeras palabras que pronunció el familiar de la sacerdotisa en cuanto hizo acto de presencia.

- Espera espera, ¿¡Me están queriendo decir que cosas como esta también les pasan todo el tiempo!? Santo cielo, no puedo creer que me haya topado con otro ente divino, ¡Ahora sí seguro que no es el único monstruo que anda por aquí! Deben haber otros dos por lo menos esperando ahí afuera... D-digo... Miau -

─…¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!!

Se había sorprendido demasiad, realmente no se esperará que aquel felino hablara, rápidamente lo soltó y se apartó del fenómeno peludo, venga tío, no se asusta ante un ente oscuro que bien podría matarla, pero si de un gato que habla, lógica (?)

“…no comprendo quien es la voz de fondo… pero no esperaba que el gatito hablara…”

Vale, como digas, la pelirrosada miraba con asombro al gato parlante para después fijar su mirada hacia en ente que tenía la intención de atacarla, aprovechando claramente la distracción.
La criatura intento dar un zarpazo hacia la chica, pero no tomo en cuenta la velocidad de su guardián, quien rápidamente se interpone y actúa como un escudo.

─¡Dejemos el asunto del gato después! ¡Aguanta Colt!

La pelirrosa crea unas garras de luz para luego acercarse a su objetivo, el lobo azabache, al notar la luz, es obligado a apartarse para no ser afectado por ello, Ayana rápidamente hace zarpazos y movimientos de combate cercano para detener al ente o al menos debilitarlo lo suficiente como para capturarlo.
La siniestra criatura daba pelea, rasgando el suelo con sus garras mientras intentaba dañar a la sacerdotisa y su guardia, de pronto, su mirada se fijó en el gato, pensando en la posibilidad de controlar su cuerpo para evitar ser capturado, así que fue acercándose a la pobre bola de pelos.

─Oh no, ¡¡Gatito parlante, corre!!

Sin siquiera poder detenerlo a tiempo, la sombra atrapa al gato y lo coloca en su boca, como si intentara comérselo, pero al cabo de unos segundos, rápidamente lo escupe en disgusto.
Ayana no entendía que pasaba, ¿Acaso el gato hizo algo en su garganta? ¿o acaso seria alérgico a los gatos? Sea cual sea la razón, ella le fui un ataque en la espalda para después recitar un hechizo de contención de almas y atraparlo en un frasco.

─uff… de la que se ha salvado ese gatito…

─Ayana, no es un simple gatito.

─¿Enserio? ¿Es u gato mágico?

─De hecho, es tu amigo el ángel, al parecer es un cambia formas.

─¡¿Queeeeeee?!

El escritor resucitó tras superar el trauma que le había dejado el intentar describir al horrible ente de las profundidades del abismo, y el pobre pingüino guionista tuvo que volver al polo norte. No se sientan mal por él, actualmente tiene un buen trabajo y en diciembre va  a dirigir “Un cuento de navidad".

En cuanto al pobre gato, Judai mejor dicho, fue soltado por la dragona y cayó parado al suelo como cualquier otro felino de su especie habría hecho

« Uff, gracias a Dios que elegí ser un gato y no un conejo... »

El gatuno ángel se sentó entonces en el piso, mirando a Ayana y luego a la funesta criatura, la cual no dejaba de rugir y querer atacar a la sacerdotisa. El familiar entonces protegía a la chica haciendo de escudo ante los violentos ataques del monstruo.

Judai sólo miraba. Miraba y nada más, mientras la contraria combatía contra el oscuro ser con unas garras de una luz tan intensa que hasta el familiar se veía obligado a retroceder. Quizá Judai sentía que no era necesario involucrarse, que sería mejor observar cómo lo resolvía ella para conocer mejor sus capacidades... O quizá simplemente tenía flojera, ¿Verdad?

« ¡N-no es cierto! ¡Obviamente la estaba probando, yo sería incapaz de quedarme sin hacer nada sin una razón de causa mayo...-! »

- A-ahh!! -

Upsis ~! ... Digo digo, y sin poder siquiera hacer caso de las advertencias de la híbrida, el ángel fue sujetado por el espantoso ser y completamente devorado. Fin.

« Oye tú sí que me odias ¿Cierto? qwq »

No es eso, sólo que hace meses no mato un personaje y algo de drama estaría bien.

Como sea, el monstruo ese feo terminó por escupir al ángel tan pronto como se lo llevó a la boca. Claramente tenía malos gustos, porque con tanta galleta Judai ha de saber a pan dulce, además de que huele a limón... Pero hey, no todo fue tiempo perdido. Mientras Kuri servía de distracción, Ayana tuvo tiempo suficiente para poder atacar de vuelta al monstruo y capturarlo al más puro estilo de pokémon, porque faltaba una escena romántica para que fuera un episodio de The world God only knows. Incluso le salieron estrellitas al frasco luego de contener a la criatura, y un cuadro de diálogo apareció diciendo “Ya está, alma fugitiva capturada. Datos registrados en el grimorio. ¿Deseas ponerle un mote?" ... O al menos eso imaginó el ángel.

Aún estaba pensando el gato en el apodo adecuado para el ente de las tinieblas cuando escuchó la conversación de la dragona y su familiar.

« ups... »

Entonces no le quedó de otra que regresar a su habitual, más no real, apariencia humana y hacer una reverencia cual actor después de bajado el telón.

- Mi intención era subirte el ánimo, pero no me esperaba que hubiera algo así detrás de todo -

Y tras soltar una pequeña risa y rascar suavemente su nuca, el ángel se llevó un pocky a la boca, sujetándolo entre sus labios.

Tras mirar fijamente al ángel y claramente picotearlo con su dedo índice con tal de percatarse de que es real, aquella chica soltó un leve suspiro de alivio al saber que todo estaba en orden.

─Por Chronos… Es bueno saber que no ha pasado nada, aunque tu intención fue buena, el estado en que estaba no era natural, si no provocado, ya estoy mejor.

Empieza a sonreír levemente mientras mira su alrededor, la luz nuevamente ilumina el parque, el ambiente se relaja y la sensación de peligro se ha ido, todo ese escenario había sido causado por ese ente oscuro con tal de llegar a ella, sin embargo, había algo que le llamaba la atención a la pelirrosa.

─Ahora que lo pienso, es curioso que puedas cambiar de forma, no sabía que los ángeles podían ser capaces de ello… aunque explicaría muchas cosas…

Empezó a examinar detenidamente al castaño, como si la primera vez que lo vio no fuera suficiente, esta vez incluso empezaba a tocarlo con sus manos con suma delicadeza sin tener en cuenta lo que provocaría en el castaño.

─ ¿Sera un cuerpo físico humano o es uno moldeable? ¿tienes algún poder especial para transformarte o es tu clase? ¿Puedes adaptarte a cualquier clima y atmosfera? ¿hay otros como tú?

Una pregunta tras otra, aquella dragona estaba interrogando al pobre ángel sin piedad alguna, solo no espero pregunte cosas indebidas (?)

“¿he? ¿cosas indebidas? No comprendo…”

Deberías saber, tu siempre preguntas cosas que no deberías preguntar.

“o sea… ¿Qué no puedo preguntarle si él está usando un cadáver o un cuerpo creado con magia?”  

si, algo así, no lo incomodes mucho, en fin, aquella pelirrosada miraba con fascinación al ángel mientras sus ojos brillaban con intensidad.

─¡¡Es la primera vez que veo un ángel de tu tipo!! O…creo que eres el primero, no estoy segura… ¡Pero eres genial! Tanto que un Ente oscuro no pudo comerte, ¿Sera por qué eres un ser divino?

empezaba a sonreír tiernamente mientras se percataba de algo, era demasiado tarde y llegarían apenas para el toque de queda, deberían irse pronto o no podrán entrar a los dormitorios tras cerrar las puertas.

─¡Por el amor al cielo! Debemos irnos cuanto antes o nos dejaran afuera, enserio, ¡Vamonoooos!

Tomo de la muñeca ajena para ir jalándolo levemente, debían irse cuanto antes.

- ¡A-ahh! ¡Para para! ¡Haces ¡cosquillas! -

El peligro había pasado. El ser de las tinieblas había sido capturado y encerrado, e incluso posiblemente terminaría en la alacena de alguien junto al frasco de pepinillos... Y sin embargo, se sentía más extrañado que cuando estaba en la boca del monstruo negro de ojos rojos.

Judai era picado por la perpleja chica, que no acababa de aceptar que él realmente estaba ahí y estaba vivo... Y que hace unos minutos era un gato, claro.

Finalmente ella pareció haberse convencido del todo y suspiró suavemente, como sintiendo que ya todo estaba en completa calma. Kuri también soltó un suspiro en denote de calma. Después de todo, en contra de todo lo que él esperaba, ese de antes parecía resultar el único ser oscuro que había venido al acecho.

Sin embargo, la paz del ángel no dudaría mucho que digamos, pues luego de haberse cuestionado por la naturaleza del ángel, la joven comenzó a observarlo de cerca con sumo detenimiento. Si esto no hiciera ya que el chico se quedara paralizado y pasando saliva, ella comenzó a tocarlo por todos lados como quien comprueba la textura de una escultura sin consideración alguna.

Pero como esto ya parece comercial de televisión, ¡Espere, que hay más! La dragona golpeaba al ángel con un cuestionamiento tras otro, que el pobre apenas podía alcanzar a responder mientras se preguntaba si ella lo escuchaba.

- Es un cuerpo maleable en su totalidad, como cuando mew toma la forma de cualquier otro monstruo de bolsillo. Mi cambio de forma es un regalo de Jesucristo. Si, puedo cambiar de forma a voluntad en un parpadeo, incluso ignorando la constante del tiempo. Si, alguna vez hubo alguien de mi tipo, uno solo... -

Y así pues, el ángel respondía una tesis tras otra de la forma más breve y concisa que era capaz antes de verse envuelto por otra curiosidad más de la sacerdotisa, hasta que finalmente esta quedó aparentemente satisfecha y le miraba extasiada, lo cual causaba inevitablemente un rubor en el rostro del ángel, el cual iba en aumento con cada palabra de elogio que el chico recibía.

No lo decía, pero para ser honestos, realmente le encantaba al ángel ser ovacionado. Y cielos, una palabra de fascinación de una chica tanto o más hermoso que el sol mismo no se recibía cualquier día, ¿Eh? ~

« C-calla >///< ¿Por qué disfrutas avergonzarme en público? »

Porque en privado ya no es divertido jajajaja- Digo digo...

Y pues así las cosas hasta que finalmente Ayana se percató de la hora y tomó al ángel por la muñeca, conduciéndolo a través de las pavimentadas calles del hermoso parque de cerezos.

Salieron de aquel romántico sitio para adentrarse al centro de la ciudad de Yokohama, Ayana dictaba las direcciones como si tratara de recordar por donde era exactamente mientras jalaba al pobre ángel.

─¿Era por aquí? … no, aquí es otro camino, si no mal recuerdo, era a unas cuadras al este y luego al norte…

Hablaba para sí misma mientras continuaba su camino, era claro que se había perdido, algo usual en ella.

─Te perdiste ─Comentó su familiar.

─No, estoy segura que es por aquí.

─Sabes que no lo es, solo te encontraras un callejón sin salida.

─Claro que no, por aquí se lle-

Era un callejón sin salida, tal como había dicho, aquella pelirrosa se frustra para luego dar la medie vuelta y seguir jalando a Judai, ¿Acaso lo tendrá de un lado a otro hasta encontrar los dormitorios? Era evidente que si (??)

─B-Bueno, alcanzas a ver los dormitorios, ¿no? Ya estoy viendo terreno conocido, así que estamos cerca, perdona si te tenia de un lado a otro, estoy algo agotada…

Se excusó de que estaba exhausta para evitar un regaño por parte del ángel, aunque viéndolo, quizás y disfrutaba el tiempo a solas con la chica.

─En fin, solo debemos caminar un poco… por mientras… cuéntame algo de ti~

Voltea a mirarlo de reojo mientras mostraba una leve sonrisa.

─¿Qué te trae a Legacy? ¿tienes alguna motivación? Y claro, ¿Cuánto tiempo llevas en el mundo terrenal? Me gustaría saber~

Arriba, arriba, abajo, abajo, izquierda, derecha, izquierda, derecha... Judai era arrastrado de un lado a otro sin parar en círculos a través de las pintorescas calles de Yokohama.

Realmente no es que le molestara, pues nunca se había podido dar el tiempo de conocer la ciudad, y esta era una oportunidad perfecta para conocer los alrededores.

Sin embargo, luego de buen rato, el chico comenzó a cansarse de dar tantas vueltas. De todos los lugares que ya habían visto, el único por el que aún no se cansaba de pasar incluso después de ocho veces era la panadería de la tercera calle. Cada que pasaban por ahí compraba otra hogaza de pan, que no le tomaba ni un minuto comerse por cierto.

« N-no era necesario mencionar eso último ¿sabes? »

Como les decía, el colmo llegó cuando ella lo terminó llevando a un callejón sin salida a pesar de las reiteradas advertencias del guardián azabache. Kuri realmente estaba cansado ya, y no conforme con eso, la chica siguió arrastrándolo todo el camino sin consideración alguna. Vaya obstinada que era la chica, ¿no?

« N-no es su culpa, yo también me he perdido de vez en cuando... »

Si si, tranquilo Romeo. ¿Dónde estábamos? Ah cierto, finalmente ella se detuvo y se excusó vagamente con el pretexto de estar cansada para no recibir reclamo alguno. Si me lo preguntan es una pésima idea, nadie caería en es-

- No te preocupes jeje. Te entiendo perfectamente -

... Señor, dame paciencia por favor. No me dejes comprar goma que sí me deshago del ángel de una buena vez...

Bueno, después de eso, la chica se mostró dulce y amable y mirando al ángel comenzó a preguntarle por él. Como era de esperarse, este se derritió por dentro de sólo escucharla y verla sonreír, tanto así que ya había olvidado el cansancio que la sacerdotisa le había provocado con tanta vuelta. Comenzó entonces a hablar el joven con toda calma, aclarándose suavemente la garganta.

- Pues bueno, aún no sé realmente por qué estoy aquí, pero estoy convencido de que esa es la voluntad de Dios y estoy dispuesto a cumplirla -

Él río suavemente llevó la mano a su nuca, mirando a la contraria con una sonrisa y un leve rubor pintado en las mejillas.

- Antes que nada quiero saber por qué existe exactamente este conflicto entre escuelas, y quiero resolverlo en lo más posible por el lado diplomático. No me gusta que las personas peleen. Dios no las hizo para pelear. Él les dió una mente para entenderse y una boca para escucharse. Y pues... Mi edad en la tierra... Tengo casi el mismo tiempo que Adán sobre este mundo, serán unos seis mil años desde el inicio de la historia de la humanidad -

Y río un poco, como quien cuenta una anécdota graciosa, para luego llevar a sus labios otro de aquellos palitos de galleta con cubierta de chocolate.

─V-Vaya… eres mucho mayor que yo entonces… es extraño llegar a darle clase a un estudiante miles de años mayor que tu jajaja

Aquella pelirrosa se reía levemente ante aquella idea, pero no le molestaba en absoluto, más bien, le parecía fascinante poder consultar sus dudas e investigaciones con alguien tan longevo.

─Posiblemente te pida muchas cosas como ayudarme a traducir algunos libros antiguos que tiene la gran biblioteca de legacy, o incluso investigar ruinas antiguas, sigo en una investigación del origen de la magia y de algunas especies.

Comentaba con cierto orgullo sobre su investigación, esperaba tener ayuda de muchos seres, y si aquel ángel estaba dispuesto a ayudarla, sería muy beneficioso para su trabajo.

Tras caminar una cierta distancia, finalmente llegaron a los dormitorios de la academia, lo cual consistía en pequeños edificios departamentales, había iluminación en una plaza que estaba en el medio y el jardín delantero era bastante agradable, no tanto como aquel parque de cerezos pero era también un buen lugar para charlar.  

─bueno, ya estamos aquí, solo espero que el casero nos deje entrar.

Rascó levemente su mejilla mientras volteaba a mirar al ángel.

─Fue agradable pasar el rato contigo y posiblemente pueda verte de nuevo cuando de mi primera clase, no será fácil… pero espero dar lo mejor de mí.

Sonríe con gentileza mientras busca algo en su bolso.

─Por cierto… déjame darte algo…

Cuando finalmente lo consigue, se lo entrega en manos del angel, aquel objeto se trataba de una caja de madera o eso parecía, en realidad estaba hecho de plantas, especialmente flores, se podía percibir de ella un dulce aroma.

─Pude notar que en verdad te gusta mucho el pan, así que mientras comprabas, lo cual fue bastante tiempo debido a las paradas que dimos… pude hacerte esto, puedes guardar tu almuerzo aquí, incluso guarde algo de pan dulce, podría prepararte algo más elaborado la próxima vez que nos encontremos…

El ángel rió suavemente al escuchar a la pelirrosa decir aquellas palabras. También estaba un poco sorprendido por lo que acababa de escuchar, así que no dudó en preguntar:

- ¿Entonces tú das clases? -

A Judai le parecía fascinante la idea de ver a alguien tan joven esforzándose por instruir a los más inexpertos, lo cual dibujó en su rostro una suave sonrisa.

- ¿Uh? Sí claro, será un placer - Respondió ante el comentario de la chica - La mayoría del tiempo no hay mucho qué hacer en Legacy, así que suelo pasar más tiempo en la biblioteca del que debería -

Y puso un pocky entre sus labios mientras desviaba un poco la mirada, como tratando de omitir que ya había leído cada libro de la biblioteca de Legacy, más que nada para no parecer tan raro como es realmente.

« Ah. Ok. Gracias por el apoyo, escritor. »

Cuando quieras jajaja. En fin... Luego de caminar un buen rato, Judai y Ayana finalmente llegan a la zona habitacional de la academia. Judai soltó un suspiro lleno de alivio al por fin estar en un lugar conocido.

Fué entonces que la chica comenzó con el inicio del fin. Ella se despidió de forma amable, y el ángel hizo lo mismo.

- También espero que nos veamos pronto. No dudes que asistiré a tu clase -

Río el chico suavemente y miró a su contraria, quien luego de mucho buscar en su bolso, pone en las manos del primero lo que a sus ojos era la caja más hermosa que en su vida había visto.

« Y eso que conocí la de Pandora de primera mano »

Se trataba nada menos que de una caja hecha por completo a partir de diversas plantas de todo color y forma imaginable, de entre las cuales resaltaban las hermosas flores que liberaban al unisono su fragante aroma.

Lo que más sorprendió al ángel fué enterarse de que esta había sido hecha durante el transcurso de la ciudad hacia los dormitorios, que si bien no había sido poco, al mejor artesano del mundo no le hubiera alcanzado ni siquiera para media tapa.

Él entonces tomó de su bolsillo un mazo de cartas. Barajó frente a la chica como lo haría un mago profesional y tomó la primera carta de la pila, entregándosela a la joven con cuidado.

- Sé que no es mucho en comparación, pero quiero que tengas esto. Es mi carta favorita del duelo de monstruos. A que es una monada ¿no? -

Y soltó una suave risa el ángel, pasando su mano por sus cabellos y su nuca.

La pequeña sonríe ante la afirmación del ángel de ayudarla en futuros proyectos de investigación, finalmente tendría a un miembro más para sus excavaciones en las ruinas.
Cuando dio aquella caja de regalo, pudo observar la expresión de su contrario, claramente se veía sorprendido ante el hecho de que había sido construido en el tramo que buscaban los dormitorios, era algo fácil para una dragona sacerdotisa con capacidades de control del tiempo.

Bien podría detener el tiempo en ese momento y robarle un beso si quisiera (??)

“…¿he? ¿p-por qué haría algo como eso? No es un servant ni está herido ni nada similar…”

Pero sabemos que pasara y cierto cuervo lo jodera, muajajajaja.

“Eres cruel…”

Ejem, continuemos, tras recibir el regalo de la dragona, aquel ángel coloca una mano en su bolsillo para posteriormente sacar una baraja de cartas, bastante curiosas para la pelirrosa, ¿Acaso serán cartas mágicas? Era cuestión de esperar unos segundos para averiguarlo.
El castaño le entrego uno en específico, aclarando que es de sus favoritos.

Ayana tomó la carta para verla detenidamente, era tierno, sin duda alguna, pero aquella dragona no dejaba de mirar la carta para después mirar al castaño, volvió a ver la carta y de nuevo a él.

─Cielos, si es igual a ti jeje

Dijo sonriente mientras reía con picardía, sin duda estaba bromeando pero vincularía aquella carta con un recuerdo de él.

─Lo tendré siempre conmigo, gracias por tu ofrenda~  

Colocó si mano dentro de su blusa, extraño a la vista del ángel, pero era con la intención de sacar un hermoso collar de oro que al abrirse, revelaba ser un reloj de bolsillo, aquella chica da uso de su magia para guardar aquella carta dentro del reloj, sin duda lo tendría siempre con ella, cerca de su corazón.